ANUNCIACIÓN y rezo del ANGELUS

Fra Angelico, Anunciación, Florencia (Italia)

Todos los año el 25 de marzo mientras vemos la cercanía de la Pascua se celebra la Anunciación de Jesús faltando 9 meses a su Navidad. 

Ya en la Iglesia antigua se tomó conciencia de la inseparabilidad de los dos misterios: Jesús, hijo eterno del Padre-Dios nació hombre como nosotros por medio de María para nuestro bien, nuestra salvación. 

Tristemente esto significó cargar la cruz como la Pascua que se acerca nos recuerda. 

Quedamos un rato escuchando de vuelta la anunciación a María del nacimiento de Jesús (Lc 1, 26 – 38). 

No faltan representaciones artística que nos ayudan a contemplar mejor.

La que pueden ver arriba es la menos famosa dibujada por el beato Fra Angelico (1390 – 1455). Menos famosa pero más acertada porque el Ángel (mensajero de Dios) supera todas las barreras y mira María – y por medio de ella a todos los seres humanos – mira a María cara a cara. 

Ignacio Díaz de Olano, Rezo del Angelus en el campo, Victoria (España), 1899. 

Desde el siglo XIX se hizo popular pintar el momento diario en el cual los fieles cristianos se paran para recordar la anunciación rezando el Angelus (en seguida hay el texto para que se rece). También de estas representaciones hay muchas. 

Contemplamos esta donde dos mujer, un hombre y dos animales se paran de sus ocupaciones para no olvidar el Dios con nosotros. 

Es tan solo una pausa. Una linda pausa para recordar que va a nacer el niño Dios. 

Las vacas no son liberadas de su yugo pero pueden seguir llevándolo con esperanza. 

Dijo Jesús: 

Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. (Mateo 11, 29) 

ORACIÓN DEL ANGELUS

El Ángel del Señor anunció a María, 

Y concibió por obra del Espíritu Santo.

   Dios te salve María...

He aquí la esclava del Señor. 

Hágase en mí según tu palabra.

   Dios te salve María...

Y el Verbo se hizo carne. 

Y habitó entre nosotros.

   Dios te salve María...

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,

Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Oración

   Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.